CONFECCIÓN PARTICIPATIVA DEL PLAN DE GOBIERNO SIGNO DE LOS NUEVOS TIEMPOS EN CHIAPAS
CONFECCIÓN PARTICIPATIVA DEL PLAN DE GOBIERNO, SIGNO DE LOS NUEVOS TIEMPOS EN CHIAPAS
Eduardo Grajales
Los nuevos tiempos que está viviendo México se están caracterizando por hacer de la sociedad la protagonista de su desarrollo, a través de la reconciliación política, el dialogo participativo y respetuoso, que conlleven a la construcción de los acuerdos que establezcan una ruta consensuada rumbo al futuro que se desea.
En ese sentido Chiapas, con todo y su diversidad política y sus múltiples problemáticas, está dando un paso importante en la construcción de un proyecto político que mucha falta le hace a su población: la construcción participativa del Plan de Gobierno Estatal.
Lo anterior ha sido un acierto del gobernador electo Rutilio Escandón, quien, a partir de convocar a la academia, por un lado, y recibir las propuestas de la sociedad por otro, para elaborar el documento rector de su administración, ha detonado un interesante debate, en palabras del licenciado José Antonio Molina Farro, “reuniones que mueven a la imaginación”, lo que deja ver un gobierno cercano, con ruta e ideología, que no habíamos visto en últimos años.
A diferencia de esto, la característica de las últimas administraciones ha sido ver a la planeación estratégica solo como elemento a cumplir dentro de la norma de la Administración Pública, por lo que para nadie es desconocido que los recientes planes de gobierno hayan sido elaborados desde un fino escritorio y sin tomar en cuenta a la población, y que más allá de ser un factor para medir la eficiencia gubernamental termina siendo un librejo, que ni los funcionarios públicos conocen.
Esto explica muy bien las deficiencias actuales de la administración pública estatal que ha originado desorganización institucional, incapacidad para evaluar las políticas públicas y, sobre todo, nula rendición de cuentas, lo que en conjunto ha llevado a Chiapas a ser la entidad con el mayor rezago social a nivel nacional.
Por ello resulta importante destacar esta importante oportunidad que ha brindado el gobernador electo a los científicos sociales, a las universidades públicas y a la ciudadanía, que están haciendo un trabajo realmente loable, a través de la participación de los chiapanecos más talentosos.
Empero, es importante señalar que si bien es cierto la ciencia nos permite tener una radiografía más exacta de la realidad, esta no es la panacea, por lo que resulta de suma importancia que los resultados obtenidos por la metodología científica sean fortalecidos y contrastados con los productos que han encontrado los diferentes sectores sociales, a través de foros y consultas que han organizado empresarios, notarios, deportistas, estudiantes, campesinos, mujeres, entre otros.
De seguirse esta ruta de inclusión participativa en los asuntos públicos, sin duda se contará con un documento fuerte, estratégico y fiel a las necesidades de Chiapas, que profundiza en las causas y ofrece alternativas viables, y que permita que los insuficientes recursos que tiene la entidad sean utilizados de manera eficiente y no dispendiosa como ha sido últimamente.
Estamos ante un nuevo modelo de hacer política, donde las decisiones surgen desde abajo, y los proyectos tienes pertinencia e invitan al rediseño institucional y de las mentes abiertas cuyo único límite es el Estado de Derecho.
Paradójicamente, el gobierno que ha sido siempre criticado por no abrir sus puertas a la consulta y al escrutinio es el que está dando el primero paso para hacer este cambio, habrá que ver si la sociedad también está preparada para el reto que implica la participación razonada e inteligente. Si esto se logra, sin duda estamos sentando las bases para el futuro de Chiapas que tanto esperábamos.
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