LAS DISCULPAS DE ESPAÑA SERIEDAD O POPULISMO

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26 de Marzo 2019
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LAS DISCULPAS DE ESPAÑA, SERIEDAD O POPULISMO
Eduardo Grajales

Aunque suene descabellada, la idea del presidente de exigirle a España que se disculpe con México por las vejaciones cometidas durante la Conquista a los pueblos originarios, implica un debate profundo que invita a reflexionar el tema desde distintos ángulos de estudio.

Hay que empezar por señalar que la propuesta del presidente mexicano no es una locura como se ha querido plantear por parte de sus detractores -quizá si un distractor mediático en el ámbito político, pero jamás una locura- pues hay varios casos documentando en la historia contemporánea.

Holanda se disculpó por las muertes que causaron sus tropas durante su intervención en la guerra de Bosnia, Estados Unidos a través del presidente Clinton lo hizo para con los pueblos originarios estadounidenses, Japón de la misma manera en 2005 con China, por el trato que dio a su población durante el periodo colonizador y, recientemente, el presidente francés Emanuel Macron pidió disculpas al pueblo argelino, entre otras.

La propuesta por tanto además de un antecedente político tiene una profundidad histórica que como bien señala el presidente no pretende generar desencuentros milenarios sino lograr un mayor hermanamiento a partir de los reconocimientos de los yerros históricos de cada nación.

Sin embargo, aun cuando el objetivo parezca noble, su solo planteamiento fue recibido negativamente por la nación ibérica y por muchos connacionales. Primeramente, porque la solicitud se hace a partir de violar un principio diplomático como lo es la secrecía en asuntos internacionales, lo que ocasionó una respuesta tajante de negativa de España, y una serie de memes para ridiculizar al presidente, a los españoles y hasta a los propios mexicanos.
 
Infortunadamente también desató posturas cargadas de enojo y soberbia como el caso del escritor Arturo Pérez Reverte y de algunos columnistas españoles, y otras desafortunadas por su oportunismo como las del ex gobernador Manuel Velasco quien salió en defensa del mandatario.

Pero, qué hay detrás del planteamiento de las disculpas. ¿Realmente es una propuesta seria o una declaración con fines populistas?

Sin duda existe en ella un trasfondo ideológico y político de escala internacional donde el presidente de la misma manera que lo hicieron sus homólogos Evo Morales y Hugo Chávez, buscan replantear la historia como la hemos conocido reivindicando la visión de los vencidos.

Esta puede ser una oportunidad importante que conlleva entre otras cosas a replantear los festejos que nos dan identidad como mexicanos, y a estudiar desde otras ópticas y reescribir la historia bajo cánones totalmente distintos a como se ha hecho ahora. Los libros de texto son el mejor ejemplo para saber cómo está escrita nuestra historia, plagada de mitos patrióticos que no soportan una revisión histórica sería, mientras que permanece ausente la visión de sectores antagónicos al gobierno, como el Ejercito Zapatista que es apenas retomado en los libros de la SEP.

Por tanto, las implicaciones de la propuesta van más allá de las ocurrencias, pero conllevan también a poner a nuestro país en la mira de los juicios de la Historia, donde quizá el mismo presidente se meta en honduras con otras naciones, como el caso de Estados Unidos, por ejemplo.

Si Andrés Manuel está exigiendo una disculpa a España necesariamente tendrá que exigírsela también a nuestro vecino país, cuyo intervencionismo aparece de manera intermitente en los recovecos de la historia mexicana.

Ahí está el caso de la guerra con ese país, la perdida de grandes extensiones de territorio mexicano y el funesto magnicidio del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suarez, que no puede entenderse sin la participación del embajador norteamericano Henri Lane Wilson.

Aunado a ello, la propuesta abre también otras aristas sobre el perdón que deben ofrecer los estados contemporáneos, particularmente el mexicano que después de la conquista y a casi 500 años de este hecho y de 200 de su independencia no ha podido sacar de la miseria a millones de mexicanos, particularmente indígenas.

Asimismo, plantea la pregunta obligada de si el Estado mexicano debería pedir disculpas también a los migrantes chinos aislados en algunas regiones de México en el siglo pasado, o a los alemanes a los que les expropio sus propiedades luego de la segunda guerra mundial. Y en la actualidad a los migrantes centroamericanos que trata en condiciones deplorables, a los hombres y mujeres asesinados condiciones de género, religión y pensamiento, o a los desaparecidos de manera forzada por su actitud rebelde, y a los periodistas por hacer su trabajo… en fin.

Como puede observarse, la idea que parece descabellada cobra otros tintes que sugieren una multiplicidad de análisis serios y a profundidad. La pregunta obligada es ¿México está preparado para ello? ¿Propuesta seria o populista? He ahí la cuestión. 










 

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