MITOS Y REALIDADES EN LA CONFORMACIÓN DEL NUEVO GABINETE

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08 de Octubre 2018
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MITOS Y REALIDADES EN LA CONFORMACIÓN DEL NUEVO GABINETE
Eduardo Grajales

“No son todos los que están, ni están todos los que son”, fue la sentencia clara del gobernador electo Rutilio Escandón en la presentación de su equipo de trabajo, con el que ha iniciado el proceso de transición del Gobierno de Chiapas.

El mensaje es en sí mismo revelador, sin embargo, muchos aprovecharon la foto del momento para promoverse y adelantar vísperas. Algunos de sus comentaristas afines incluso dieron por hecho que ese será el nuevo gabinete, cuando no necesariamente será así. 

En política las formas son fondo, es cierto. Hasta el acomodo de los invitados a estos eventos es revelador de las intenciones de los grupos políticos, pero también en las reglas no escritas del poder no siempre lo que parece es la realidad.

Para tener una aproximación más cercana a ella, la ciencia política indica que hay tomar en cuenta factores internos y externos: la influencia de actores políticos nacionales y sus intereses regionales, determinaciones finales que se dan en el último tramo de las administraciones, concesiones y acuerdos políticos irrenunciables entre los que vienen y los que se van y, por supuesto, los hallazgos que se encuentren en la transición, lo que generará sin duda filias y fobias, encuentros y desencuentros, coyunturales para el reacomodo de las fuerzas políticas locales.

Lo que sí es un hecho es que los presentes al acto celebrado en el hasta ahora hermético Palacio de Gobierno, representan el grupo cercano del mandatario electo, son sus hombres y mujeres de confianza y en quienes ha depositado la gran responsabilidad de recibir las terribles cuentas del actual gobierno, que a juzgar por la convulsión social que se vive en todos los sectores de toda la geografía estatal, es algo evidente y no una conclusión personal.

Ésta es la parte final del asunto.

Ante tales circunstancias este equipo deberá hacer un trabajo fino, acucioso y detallado que les permita tener un diagnóstico claro de las condiciones reales en las que se dejan a las más de 70 instituciones del Poder Ejecutivo del Estado, donde hasta ahora solo habita inconformidad de cientos de trabajadores vejados en sus derechos laborales, carencia de recursos hasta para atender las necesidades básicas de los edificios públicos, así como interminables y quizá impagables deudas a proveedores diversos y posiblemente hasta ficticios que, en su conjunto representan el primer obstáculo que habrá de enfrentar la próxima administración.

Dicho diagnóstico es y será fundamental para que el gobierno escandonista esté en condiciones de diseñar estrategias ingeniosas y de gran austeridad, que permitan solventar los rezagos del rezago social, en los cuales posiblemente se llevará por lo menos el primer año de gestión. Estrategias de solución que se sumarán a las que se están recopilando desde la ciudadanía, a través de la ruta propia para la construcción del Plan de Gobierno, que por primera vez se está haciendo en Chiapas por y para los chiapanecos.

Es justo aquí donde cobra sentido la frase expresada por Escandón, pues a los que ya están se les sumarán nuevos perfiles, que si bien no gozarán de la completa lealtad del gobernador electo, si serán piezas clave para solventar los pobres resultados de los últimos seis años de desgobierno.

Estos personajes sin duda tendrán que ser recibidos, si no con la simpatía y el calor que merecen los que desde muchos años han estado en las derrotas y victorias del próximo gobernador, sí con el respeto y aprecio que merecen los hombres y mujeres de ideas propositivas y de calidad moral reconocida. La única condición que tendrán todos sin distingo alguno, eso sí, es y será la honestidad.

dialectica902@hotmail.com