LAS CINCO HERENCIAS DE LA USICAMM

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23 de Febrero 2022
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Eduardo Grajales

La validez de los cursos de capacitación que serán válidos para los aspirantes a una plaza magisterial por parte de USICAMM, ha generado una gran inconformidad en los miles de aspirantes que, con zozobra han escuchado las ocurrencias con las que han salido un día y otro también las autoridades de esa dependencia, pues hasta ahora no se entiende ni la finalidad ni los argumentos científicos pedagógicos que se tomaron en cuenta para centralizar ese elemento de evaluación docente en tres instituciones educativas.

Después de hacer una revisión puntual de la información que ha vertido la USICAMM en sus seminarios virtuales, improvisados y con muchas deficiencias técnicas, es importante señalar lo que a mi gusto son las cinco incoherencias de las autoridades educativas:

1.- Emiten un Catálogo Nacional de Cursos Extracurriculares el 15 de febrero de 2022, cuando la fecha para subir las constancias de acreditación de los mismos deben ser con fecha límite el 5 de marzo, es decir, desde la perspectiva de la USICAMM, en un mes el aspirante a una plaza debe tomar al menos 10 cursos de 20 horas, acreditarlo y gestionar su constancia, sin tomar en cuenta que el trámite de un documento con valor curricular se lleva entre 5 a 15 días cuando las oficinas de la SEP operaban con normalidad, y no como ahora que estamos en pandemia y la burocracia ha disminuido su ritmo laboral.

2.- Los cursos que hará válido USICAMM se oligopolizaron en tres instituciones que en teoría tendrían que atender a un promedio de unos 100 mil aspirantes (en la pasada convocatoria participaron 144 mil personas) al proceso, que desde ya están buscando tomar un curso. Y esto, supuestamente en un lapso de un mes, a partir de que se hizo del conocimiento público el Catálogo señalado, lo cual es una tremenda aberración, sin dejar de lado que esos cursos en los CAM, UPN y Normales tienen un cupo limitado, se llevan por lo menos un mes, con sesiones de 5 horas en jornadas que oscilan entre 2 y 3 días a la semana.

3.-Aunado a lo anterior, estas instituciones procurarán por congruencia institucional y por presión de sus propios estudiantes, llenar sus cursos con su propia matrícula sin necesidad de hacer difusión de una convocatoria pública o cerrándola casi de manera inmediata como ha estado sucediendo, lo que deja en muy malas condiciones a los egresados de universidades públicas y privadas, en particular que desconocían que los cursos que tomaron con antelación para prepararse no les serían acreditados.

4.-En este río revuelta la ganancia de los pescadores es justamente para estas tres instituciones a las que, por cierto se ha puesto en entredicho su calidad educativa, prueba de ello es que desde hace varios años las Normales y los CAM se encuentran en un proceso de modernización, derivado de sus preocupantes niveles de desempeño educativo. Además, es importante resaltar que las mismas no cuentan con una regulación de sus precios, los determina de acuerdo a sus propios intereses. Se habla por ejemplo de que actualmente un curso en una UPN llega a costar desde los 800 a los 3 mil pesos, lo que representa un jugoso manjar para sus arcas.

5.- La incoherencia mayor es que en el nivel básico estos cursos si tienen precio, mientras que en media superior la USICAMM no operó de la misma manera, ahí si existe un  Catálogo totalmente abierto, ahí participan instituciones privadas de todo tipo e incluso organizaciones privadas como la Fundación Slim, del magnate Carlos Slim Helu. Y llama la atención que en materia económica, a diferencia de la Admisión en Educación Básica, la propia USICAMM informó que los cursos que daría a los aspirantes a este nivel si serían gratuitos, como el de Habilidades Docentes y el de Habilidades Digitales, que el año pasado fueron cobrados por la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior.

No obstante, a estas circunstancias y como la cereza del pastel, a la USICAMM se le ocurrió poner otro candado y es respecto a la vigencia de los cursos. Informó que solo recibirá aquellos que se hayan realizado de febrero de 2019 hasta la actualidad, sin reparar que justamente nueve meses a esa fecha ingresó a nuestro país una terrible pandemia que obligó la suspensión de clases presenciales, y que en consecuencia las instituciones de nivel superior migrarán a entornos digitales, siendo ésta la única opción para que sus estudiantes, incluidos los proximos a egresar, tomarán clases o bien accedieran a cursos de capacitación disponibles en internet, incluso con validez curricular como los ahora satanizados cursos de la CNDH.  

Lo peor no para ahí, la lista es grande y hay poco espacio para comentar los yerros cometidos por la USICAMM. Ahora las autoridades de esta institución se lavan las manos y sale a decir que el tema de los precios “no es de su competencia”, y además invitan a los aspirantes a “no dejarse engañar por aquellos que ofrecen cursos de capacitación con validez y todavía los cobran”. Lo más risible es que indican que ahora, “a petición de estas tres instituciones el catálogo se irá actualizando” por lo que los aspirantes “deben estar pendientes”.

En fin… son muchas preguntas las que quedan en el aire y valdría muy bien que en los webinar improvisados y hechos a modos se respondan como: ¿qué diferencia existe entre un curso de la Normal Rural Mactumatza en Tuxtla Gutiérrez, por ejemplo y la Universidad Nacional Autónoma de México; o bien, entre los cursos del Centro de Actualización Magisterial de la Sierra de Chihuahua y el Tecnológico de Monterrey?, ¿bajo qué elementos pedagógicos determinaron hacer a un lado a muchas instituciones que gozan de un gran prestigio a nivel nacional e internacional y a la vez cumplen toda la normatividad de la Secretaría de Educación Pública, quien otorga los Registros de Validez Oficial que ahora condiciona USICAMM?

Y otras más: ¿a qué se debe que en un nivel como en el básico se den estas complacencias y en otros como el medio superior no?, ¿será porque ahí se encuentran dos bastiones importantes denominados SNTE y CNTE?, ¿en qué andaba pensando la USICAMM cuando formuló estas grandes ideas?, ¿con qué fin se establecen candados para un tema tan necesario en la profesionalización docente?, ¿su finalidad será pedagógica o tendrá un fin político y económico?

Sin duda y sin necesidad de responder a todas y cada una de estas preguntas, se observa que la intención de la USICAMM no es realmente lograr que a las escuelas lleguen los mejores maestros y maestras, por el contrario, se percibe un intento claro por hacer a un lado a otros profesionistas egresados de las universidades públicas y privadas, al ponerles un obstáculo descomunal para que puedan aspirar en un proceso que según la propia Ley para el Sistema de la Carrera de las y los Maestros, debería ser equitativo, transparente e imparcial.

Si de por sí ya la ley estaba inclinada en favor del normalismo, esta serie de candados ocurrentes son la estocada final que obligará a muchos abogados, médicos, biólogos, ingenieros y demás profesionales que tienen el mismo derecho que los egresados de las Escuelas Normales, a aspirar a un espacio docente en el sistema educativo mexicano y migrar hacia otras posibilidades cada vez más nulas en el entorno laboral.

Algo muy mal está pasando en USICAMM, una dependencia de la que se esperaba mucho, pero cuyos resultados están siendo por demás vergonzosos. Y lo peor de todo es que esta opinión negativa y ese descontento que priva actualmente en miles de aspirantes a plazas docentes, es compartido también por miles de docentes que están sumamente inconformes de su operatividad, que ha venido navegando entre yerros técnicos, falta de visión y comprensión de la legislación educativa, que hoy la usa a su mero antojo.

Docente y articulista