LA 4T EN EL MODELO DE COMUNICACIÓN POLÍTICA MEXICANO
LA 4T EN EL MODELO DE COMUNICACIÓN POLÍTICA MEXICANO
Eduardo Grajales
El anuncio del Sistema Nacional de Radio y Televisión representa un cambio importante en el modelo mexicano de comunicación política, y es a su vez fruto de la larga lucha por la democratización de los medios informativos, y por la consolidación del acceso a la información pública como un derecho fundamental.
La terna presentada por el presidente Obrador para ocupar los espacios que integran el Sistema significa la oportunidad esperada para que esos ideales se arraiguen en instituciones que han hecho de la censura su mejor herramienta contra la transparencia, pero también un elemento clave para erradicar a los sicarios del periodismo, que han visto de la difamación y la zalamería un negocio millonario.
La Cuarta Transformación (4T) no podía obviar este tema tan relevante, y el presidente lo sabe. Sus esfuerzos por transformar la cultura nacional estarían incompletos sin cambiar las reglas del sector, tanto en la manera en la que se informa a los mexicanos como los costos que esto implica para el Estado.
Por eso su primer anuncio recién llegado a la Presidencia, de restringir y limitar los presupuestos de publicidad durante su administración, que ahora se suman la reciente postulación de personajes como Aleida Calleja (Radio Educación); Lydia Cacho (Televisión Educativa); Gabriel Sosa Plata (Instituto Mexicano de la Radio); Sanjuana Martínez, (Notimex); Rodolfo González, (Radio, Televisión y Cinematografía); Fernando Coca, (Canal 14); y de Genaro Villamil, como titular del Sistema, dejan ver la magnitud del cambio que el presidente ha previsto en la materia.
Todos y cada uno de estos personajes han participado desde sus trincheras mediante valiosos trabajos de investigación que han evidenciado las formas en las que se conducen en las altas esferas del poder, lo cual pone de manifiesto el compromiso y la altísima calidad moral de estos próximos posibles funcionarios, así como también su alto grado de profesionalización que dejará sin duda una bandera muy alta para los espacios periodísticos que quedarán vacantes.
Con estas acciones la Federación da muestra de apertura y voluntad de cambio, e impone a su vez un gran reto para los gobiernos de diferentes entidades federativas donde aún en estos tiempos de transformación la comunicación social sigue teniendo como objetivo el sesgar información y limitar el espacio de la prensa, y de beneficiar o castigar a esta con la entrega o restricción de la publicidad oficial bajo los términos de la famosa ley del chayote y que, a decir de López Obrador, estaría a punto de desaparecer. He ahí el reto a vencer.
Si en los gobiernos estatales y municipales se continua con la misma lógica que tanta inequidad y desorganización ha generado en el sector, los esfuerzos federales no tendrán el efecto buscado.
Mientras no haya un cambio en las estructuras responsables de la comunicación gubernamental y en tanto no se reglamente la forma de asignar la publicidad oficial en una normativa técnica adecuada y efectiva, la Cuarta Transformación será solo un buen deseo presidencial que pasará a la historia como han pasado muchos buenos intentos sexenales.
dialectica902@hotmail.com
