SORPREDEN AL CHARRISMO DEL SNTE EN ELECCIONES SECCIONALES DE YUCATÁN Y TABASCO
SORPREDEN AL CHARRISMO DEL SNTE EN ELECCIONES SECCIONALES DE YUCATÁN Y TABASCO
Eduardo Grajales
Hace días se realizaron elecciones en la Sección 29 del SNTE en Tabasco, y en la 33 de Yucatán, eventos donde hubo fenómenos que amerita reflexionar, pues pese a las múltiples irregularidades en ambos procesos, las planillas oficiales no obtuvieron el triunfo (S33), y si lo hicieron fue de manera pírrica (S29).
El caso de Yucatán es el que más llama la atención, pues un nuevo movimiento magisterial integrado en su mayoría por jóvenes maestros fueron los que “rebasaron por la derecha” tanto a la planilla oficial como a la Blanca, representativa ésta última de los intereses del gobierno de esa entidad.
En el caso de la Amarilla, esta cayó hasta el tercer lugar con apenas un 10% del total de la votación (2 mil 395 votos) lo que prácticamente la dejó fuera del poder sindical en la región, mientras que la Blanca obtuvo el 14%, con 3 mil 100 votos.
De acuerdo a Humberto Pacheco, un prestigiado profesor conocedor del tema, este fenómeno se originó a medida que los “charros” se preocuparon más por cerrarle el paso al gobierno que por ganar, distracción que ayudó a que la Planilla Verde tomara delantera con el 17% de la votación, 3 mil 809 votos.
Otro dato representativo de la necesidad de una democratización magisterial en esa entidad es la asistencia nutrida de las y los maestros a las urnas. De acuerdo a datos oficiales, las otras planillas obtuvieron resultados destacados: Guinda, 2096 votos (9%); Rosada, 1970 (8.9%), Roja, 1770 (8%), y Morada, 679 (3%).
En tanto en Tabasco, los resultados de las planillas no oficiales fueron también sintomáticos de la urgencia por erradicar el denominado charrismo sindical: Blanca, 31.96% (5331); Azul, 29.29% (4,886); Negra, 24.47% (4,081); Amarilla 11.48% (1,915) y Rojo, 2.8% (466).
A decir del profesor Alfredo Cueto, otro conocedor del tema en la región, estos resultados muestran un triunfo muy cerrado para la planilla ganadora, 445 votos, que fueron posibles solamente “rasurando el padrón y permitiendo de última hora la votación de personas que no gozaban de ese derecho”.
Otro dato revelador de la urgencia por legitimar este controvertido triunfo, explica el profesor, es que pese a existir una denuncia por estos presuntos ilícitos, el SNTE se apresuró a declarar ganador cuando las normas indican que el proceso concluye hasta resolverse toda impugnación.
Ante tal situación ambos líderes coincidieron en la necesidad de hacer una propuesta para un nuevo Reglamento Electoral, “uno que realmente permita la transparencia y dé garantías de legalidad y legitimidad, y no como el de ahora que solo sirve a los intereses de la dirigencia actual”, señalaron.
En las charlas que he sostenido con múltiples dirigentes magisteriales, la mayoría supone con fe de causa qué de continuar este Reglamento no existen condiciones para democratizar al SNTE, pues aseguran que las mismas anomalías que se han visto en los seccionales serán puestas en marcha en el relevo nacional, porque esa es la única estrategia que el charrismo tiene para obtener triunfos.
Ante la proximidad de ese relevo, tienen toda la razón en advertir esta irregularidad y se tomen cartas en el asunto a la brevedad, si es que en verdad se busca cumplir el precepto de la democracia sindical que hizo el actual gobierno, de lo contrario estaremos ante una pantomima para ratificar la ilegitimidad de una dirigencia sin representatividad y que solo acabará con la promesa presidencial de dignificar a un magisterio que si está luchando por su democracia.
